Hablar de proyectos en Educación Infantil es hablar de fantasía, de aventura, de indagar, de buscar información, leer y aclarar esa información. Es hablar de investigar para resolver las dudas planteadas ante un dilema y resolver un conflicto. Es hablar de creatividad y de construir entre todos.

Es una metodología que trabaja los contenidos del currículum de forma globalizada, siendo deseable la conexión de los contenidos con la vida cotidiana, partiendo del interés, la motivación y las ideas previas del alumnado y permitiendo la colaboración de éste en el diseño y planificación del mismo, facilitando así la construcción de su propio aprendizaje.

Los rincones nos permiten organizar el aula en pequeños grupos, cada uno de los cuales realiza una tarea determinada y diferente. Pueden ser de trabajo o de juego.

Trabajar por rincones nos permite dedicar una atención más individualizada a cada niño/a, planificando actividades de aprendizaje adaptadas a sus conocimientos previos.

Éste es sumamente innovador. Ha sido diseñado con el objetivo de motivar a nuestros alumnos en la adquisición de una segunda lengua, en nuestro caso el inglés. Nuestra filosofía no sólo se basa en el aprendizaje de un idioma sino también en la formación de personas preparadas para vivir en sociedad. Es por ello que los pilares de nuestro programa bilingüe se sostienen en principios tales como una educación para la igualdad, una escuela abierta al mundo y una educación basada en la tolerancia y la apertura a otras culturas.

Para ello llevamos a cabo diferentes estrategias enfocadas a despertar el interés de los niños, no sólo por la lengua inglesa sino dirigiendo su atención hacia otras maneras de vivir y pensar.

Organización

Comenzamos a la temprana edad de 2 años con media hora de inglés al día, tres días a la semana, aumentando a una hora y media diaria en infantil 2.

Trabajamos con un método fónico llamado – Phonics -, completamente acorde con el que empleamos para el aprendizaje de la lecto-escritura en Castellano.

Una alimentación saludable es básica para el crecimiento de nuestros más pequeños. Desde Educrea fomentamos los hábitos saludables con un proyecto transversal en el que nuestras niñas y niños aprenden de una manera divertida a comer sano, cocinar o a cuidar su higiene personal.

• Desde su inicio en nuestro centro las niñas y niños de 3 años descubren las frutas y las verduras de una manera diferente donde prueban, juegan y aprenden con las hortalizas de temporada.
• En 4 años continuamos nuestro proyecto desde la cocina, haciendo sencillos talleres en inglés donde se familiarizan con las herramientas y técnicas para elaborar sus propias recetas.
• Dentro de nuestros proyectos de aula también se desarrolla esta línea de alimentación saludable; en 5 años descubrimos la cultura gastronómica de distintas partes del mundo, vemos qué tipos de alimentos son mejores para nosotros o aprendemos los hábitos que complementan a nuestra alimentación como el deporte o la higiene personal.

Concebimos la música como juego, como diversión, pretendiendo estimular los sentidos del niño, su psicomotricidad, y desarrollar a la vez su sensibilidad artística.

Los niños aprenden canciones, con gestos, palmeando… y empiezan a hacer un uso convencional de los instrumentos musicales. Pueden repetir esquemas melódicos y reconocer canciones aprendidas sólo con la escucha de la melodía. También reconocen la pausa, el tempo e intensidad de una propuesta musical.

El aula de música se convierte cada semana en un espacio dedicado a disfrutar con los cinco sentidos y con todo nuestro cuerpo.

Cada centro de interés trabajado finaliza con una propuesta de arte en la que los niños plasman de forma creativa todo lo aprendido. Utilizamos diferentes técnicas plásticas (modelado, rasgado, collage…) además de una amplia gama de materiales.

Se basa en el juego libre, permisivo, en una actividad espontánea que se desarrolla y organiza progresivamente a partir de los objetos puestos a disposición de los niños y niñas. Es un juego sin argumento impuesto, de forma que permite el libre curso a la imaginación. Se trata de dejar desarrollar en el grupo el juego libre, espontáneo, sin consignas precisas y sobre todo, sin enjuiciamientos. A partir de aquí nacen y se desarrollan actividades espontáneas, solos o en grupo, dejando hacer a cada uno según sus deseos y su imaginación.

Con esta no directividad se favorece la autonomía, la iniciativa, la creatividad, la toma de decisiones, la necesidad de normas y límites y sobre todo, se favorece que surja el deseo, es decir, lo que el niño desea realmente hacer. Y es el propio deseo el que conduce al aprendizaje.

La psicomotricidad o educación psicomotriz pretende desarrollar, a partir del cuerpo y del movimiento, las posibilidades motrices, expresivas y creativas de los pequeños.

Nos planteamos como objetivos que los niños, a través de las clases de psicomotricidad, adquieran:

• El conocimiento del propio cuerpo
• El dominio del equilibrio
• La organización del esquema corporal
• La orientación espacial
• Una adecuada estructuración espacio-temporal

¿Cómo es nuestro método?

En líneas generales, podemos decir que el método que desarrollamos para el aprendizaje de la lecto-escritura es un método ecléctico, que de forma muy resumida se trata de una fórmula que toma lo más valioso y significativo de todos los métodos de enseñanza para facilitar el aprendizaje del proceso lector y la escritura. Utiliza los mejores elementos de otros sistemas para, a partir de ellos, crear uno nuevo, pero agregado a una idea definida. Por tanto nos servimos de características propias del método alfabético, silábico, global pero sobre todo nos apoyamos en el método fonético y de palabras normales.

¿Por qué elegimos este método?

1. Porque se integra de forma coherente con el Proyecto Educativo del Centro.
2. Por la necesidad de buscar métodos alternativos respetuosos que se ajusten a los distintos ritmos madurativos.
3. Porque no existe una pretensión/objetivo sobre cuándo han de comenzar a leer nuestros alumnos.
4. Queremos un método que permita disfrutar el proceso. No nos interesa ni priorizamos resultados. Este disfrute además ha de ser bidireccional.
5. Pretendemos la naturalización del aprendizaje. Al igual que alcanzamos hitos tan vitales como son andar, hablar, controlar las necesidades fisiológicas, relacionarnos, etc…, de una forma gradual, tranquila, progresiva y en consonancia con nuestro ritmo madurativo, el aprendizaje de la lecto-escritura ha de darse de la misma manera. Respeto-estímulo-disfrute, constituyen el eje motivador de nuestro proceder.

 ¿Qué nos ofrece este método?

Son muchas las ventajas que encontramos en esta forma de acercar a los niños a sus primeras lecturas y representaciones escritas, pero las más importantes son el interés y el entusiasmo que muestran los alumnos, el sentido que encuentran a lo que están haciendo y la forma espontánea en la que consiguen aprender a leer y a escribir (aprendizajes motivadores, significativos y por descubrimiento).

Desde el colegio insistimos en que las familias no deben trabajar con los niños la lectura y escritura de forma convencional. Sin embargo pueden ayudarles a identificar logos, marcas comerciales, símbolos asociados a palabras, a reconocer diversas palabras que se encuentran en objetos de uso cotidiano (colonia, revistas, botes de alimentos, señales de tráfico, carteles, recetas de cocina, etc…). El medio que nos rodea está envuelto en palabras, en frases, ¡qué mejor manera que animar a nuestros pequeños a reconocerlas!

Nuestro mayor orgullo es ese, conseguir que nuestros niños accedan a la lectura sin darse cuenta, sin cartillas de lectura, sin forzar momentos, sin pretensiones en el tiempo, porque sabemos que adquirir un proceso cognitivo superior con garantías de éxito, no es cuestión del cuándo, sino del cómo. Por tanto no se trata de una carrera a contrarreloj viendo cómo se acerca la etapa posterior, sino de un camino único, mágico e irrepetible que nos regala cada alumno cuando se produce ese momento especial en el que descubren que saben leer y exclaman con entusiasmo: “Profe, ¡ahí pone extintor!”.